LA COBERTURA DEL ATAQUE (2)


Esta semana regresamos con una nueva entrada sobre el sistema de apoyo. La cobertura del ataque suele ser una faceta poco trabajada en los entrenamientos debido al número limitado de acciones de apoyo que suelen darse durante los partidos y a la complejidad que encontramos en la definición de un sistema ideal. En las próximas entradas les propondremos una serie de ejercicios que les pueden servir de ayuda para desarrollar esta faceta del juego en sus equipos. Como bien mencionábamos en el post anterior, los sistemas más utilizados para la cobertura serán el 2-3 y 3-2. Sin embargo, la llegada a la zona de apoyo de los miembros del equipo en dichos sistemas estará influenciado tanto por el sistema de recepción o defensa (las posiciones en las que las jugadores se encuentran en la pista en el momento del pase), así como por el sistema de ataque. Un juego rápido y abierto a las alas, además del juego de zagueros o con las centrales, influye en la cobertura del ataque. Es casi imposible que ls jugadoras cayendo del salto o las que se encuentren más alejadas puedan acudir al apoyo que exigimos en nuestro sistema. Sin embargo, se debe buscar acercarse, en la medida de lo posible, al Farciennes 1esquema establecido y demandar a las jugadoras que acudan a la ayuda a la compañera. Esto sólo se consigue mediante el entrenamiento de la situación de juego, automatizando y exigiendo los movimientos hacia el apoyo con diferentes ejercicios que simulen la acción que pretendemos trabajar.
Como propuesta de ejercicio para trabajar los movimientos en situaciones ideales, situaremos a seis jugadoras en cada campo trabajando de manera independiente. Se trata de un ejercicio de continuidad, en el cual el objetivo es mantener el balón el juego el máximo tiempo posible:
Se sitúa una colocadora en zona 3, dos atacantes en zonas 2 y 4 y tres defensoras zagueras. El objetivo del ejercicio es realizar el desplazamiento a la cobertura hacia la zona donde la colocadora envía el balón.
Tras la colocación, la jugadora atacante, realiza una finta sobre cualquiera de sus compañeras, que han acudido al apoyo (incluido la atacante del lado contrario y la propia colocadora). Después del primer contacto, se envía el balón a la colocadora, que debe realizar un autopase para permitir que cada uno vuelva a su posición inicial y realizar una nueva colocación hacia la zona que decida. De esta manera, además de hacer un trabajo de movimientos de cobertura, la colocadora está realizando un trabajo de precisión.
Como variante, se puede añadir una jugadora en zona 3 que realice la misma función de atacante. En este caso, se sobreentiende que la colocadora es zaguero.
Hay que tener en cuenta que este ejercicio puede generar un gran desgaste físico, con lo cual es conveniente cambiar a las jugadores antes de que decaiga la velocidad de los movimientos en la pista.




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