EL DESARROLLO DE LA VISIÓN PERIFÉRICA EN EL VOLEIBOL

Hoy trataremos sobre un aspecto que resulta muy importante en el voleibol a medida que aumenta el nivel de las jugadoras y sus rivales: la visión periférica
El trabajo de la visión periférica es indispensable en deportes de cooperación y oposición como el voleibol, pues en ellos se necesitan reacciones rápidas y efectivas donde se perciban el movimiento del balón, las compañeras y el rival sin necesidad de mover ni la cabeza ni el cuerpo.
Las acciones de juego en el voleibol se encuentran limitadas de manera general por un déficit de tiempo que obliga a la jugadora a tomar decisiones o iniciar movimientos antes del desenlace de la acción. Además, se muestra fundamental un buen desarrollo de la coordinación óculo-manual debido a la necesidad de la jugadora de interpretar rápidamente la información visual que recibe y ejecutar posteriormente movimientos técnicamente correctos y en el momento y lugar preciso.
La anticipación visual es, por tanto, fundamental en el voleibol, al igual que un amplio campo visual que permita percibir la mayor cantidad de información posible. Visualizar correctamente y analizar rápidamente el contexto de juego puede ayudar a la jugadora a utilizar más eficientemente el tiempo de que dispone. Será de vital importancia mejorar la agudeza visual dinámica a medida se eleve el nivel, para ver con claridad los diferentes elementos en movimiento.
El sistema visual nos proporciona la información necesaria para tomar decisiones: dónde, cuándo, cómo y qué hacer. La jugadora debe visualizar siendo consciente de lo que ocurre a su alrededor y actuando en consecuencia. Tras la visualización de los elementos la deportista se adapta, siendo capaz de leer tanto a la oponente como a las propias compañeras mediante su visión periférica, creando así una lectura del juego, a la vez que realiza correctamente la técnica correspondiente a la acción
Existen múltiples situaciones de juego en las que una buena visualización resultan fundamentales: una armadora de buen nivel debe ser capaz de leer a las bloqueadoras contrarios; las bloqueadoras, por su parte, deben percibir las acciones y posiciones de la armadora para analizar las situaciones de juego disponibles; de la misma manera, una buena atacante debe saber leer tanto a las bloqueadoras como a las defensoras rivales. Y todo ello sin olvidar los aspectos técnicos y sin perder de vista el balón.
La visión periférica se puede desarrollar si se trabaja desde jóvenes, pues el sistema visual es entrenable y puede mejorar su rendimiento si se trabaja adecuadamente al igual que ocurre con el sistema muscular, cardiovascular o respiratorio. Debemos incorporar ejercicios sobre visualización una vez los fundamentos técnicos se encuentren asentados. Es una parte de la mejora de la técnica que tendrá una mayor incidencia en el rendimiento de la jugadora en todas las facetas del juego.
Los ejercicios de entrenamiento pueden desarrollar un componente técnico además de la visualización. Estas tereas deben tener una lógica progresión de lo fácil a lo difícil, buscando un nivel óptimo sin excesiva dificultad para evolucionar conforme se cree una automatización que maximice las habilidades visuales.
En este artículo queremos hacer una sencilla propuesta de ejercicios en parejas en las que se realiza un entrenamiento visual de forma integrada:
  • El primero de ellos consiste en realizar un autopase de dedos y un pase a la compañera. Entre ambos toques, la compañera mostrará un número con una mano que el jugador deberá percibir y decir correctamente. Para aumentar la dificultad, se pueden indicar números con ambas manos.
  • Una evolución de este ejercicio consiste en visualizar pequeños desplazamientos del compañero en lugar de mostrar números con la mano. El jugador deberá percibir el movimiento de su compañero para enviar el balón a la nueva posición en la que se encuentra.
  • Otro ejercicio similar que les proponemos está relacionado con el ataque. En este caso, la jugadora realiza un auto lanzamiento y, previamente al golpeo, debe indicar el número que le indica su compañero defensor.
Este mismo ejercicio se puede realizar de forma continuada, mediante tres toques consecutivos, de manera que antes del ataque a la compañera, la jugadora debe “cantar” el número indicado.
  • Otro tipo de ejercicios que se pueden utilizar para mejorar la visión periférica son aquellos en los que se utilizan dos balones simultáneamente. En nuestra entrada sobre “ejercicios de coordinación para voleibol 2” tenemos varias opciones de este tipo de tareas. La que les mostramos a continuación es otra variante un poco más compleja de que pueden
    encontrar en nuestro post “ejercicios de coordinación para voleibol 3

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