LA MEJOR PREVENCIÓN ES LA ACCIÓN...

Como hemos mencionado en otras oportunidades el voleibol es un deporte de situación que implica acciones de alta intensidad y movimientos de alta precisión y coordinación ejecutados en unidades de tiempo muy cortas e intermitentes, el ritmo del partido permite que un mismo jugador pueda recuperarse luego de cada acción en un porcentaje compatible con la reposición parcial de fosfágenos (Pi)y creatin fosfato (CP), la sumatoria de gestos de carácter anaeróbicos alácticos en un encuentro que puede ir desde los 60 a los 120 minutos va aumentando progresivamente la fatiga central y periférica del SNC hechos fisiológicos que nos obligan a pensar inteligentemente la manera de plantear los diferentes estímulos de entrenamiento tanto desde lo físico como desde lo técnico táctico.
Periodización Táctica - Cuando lo específico genera resultados
Nunca voy a olvidar las viejas palabras de un gran entrenador: Quieres ser más fuerte, hacé fuerza... 

Lo mismo aplicaría a cada cualidad y habilidad deportiva, si quieres que tu equipo o jugador gane en destreza, agilidad, velocidad en la toma de decisiones orden táctico o cualquier otro parámetro implicado en el deporte de situaciones debes intentar repetir la mayor cantidad de ellas y en lo posible, en similares condiciones al juego propiamente dicho. De hecho una de las maneras de llegar a la “Forma deportiva”(1) en cualquier disciplina es exponer al equipo o al jugador individual a una gran cantidad de partidos tanto oficiales como amistosos en los que se llegará al verdadero estímulo de carga lo que generará la adaptación específica en todos los aspectos del juego.
Desde hace algunas décadas, sobre todo en el ambiente del fútbol ha tomado gran auge el concepto de “Periodización Táctica”, entre sus cultores se encuentran grandes directores técnicos como José Mourinho, Pep Guardiola, y nuestro actual DT del seleccionado nacional de fútbol
El sistema de PT consiste básicamente en plantear dentro del entrenamiento, diversos escenarios tácticos (situaciones reales de juego) en donde el/los jugadores involucrados de acuerdo a su puesto y función deban aplicar habilidades técnicas (preconcebidas en etapas formativas), esquemas tácticos (respondiendo a una filosofía y un plan de juego preestablecido) y por supuesto involucrando en dichos actos diversas cualidades físicas como la Fuerza Aplicada en la unidad de tiempo (RFD), Resistencia anaeróbica, Flexibilidad gral, entre otras.
El problema se suscita cuando disponemos de un equipo heterogéneo en términos de rendimiento físico y técnico; un jugador débil, lesionado, falto de flexibilidad simplemente No Podrá involucrarse en este tipo de esquema de entrenamiento o por lo menos no podrá hacerlo a la misma Intensidad que el resto de sus compañeros, sin lugar a dudas retrasando a su equipo. Es en estos casos (más frecuentes de lo que pensamos) que debemos plantear “estructuras flexibles” de entrenamiento sin dejar de tener en mente la filosofía Específica, en donde los jugadores que realizan tareas diferenciadas sepan perfectamente cuál es el nivel deseado por el Cuerpo Técnico para ese puesto y función dentro del esquema Táctico del equipo.
Aquí es donde entran a jugar muy definidamente el Preparador Físico y los ayudantes de campo, tanto en la elaboración de planes de contingencia como en la transición desde la zona de trabajo diferenciado hacia los esquemas específicos.

El PF detectará a la brevedad problemas relativos a la disminución de cualidades físicas básicas desde la evaluación objetiva (test de fuerza, reactividad, saltabilidad, etc) el director técnico y sus asistentes observarán el ritmo de adquisición de los parámetros tácticos y entre todos elaborarán un esquema de ACCIÓN con vistas a la mejora del rendimiento grupal
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INTENSIDAD, La palabra mágica

Muchos Preparadores Físicos tienen muy claro el concepto de Intensidad de la carga pero muy pocos lo ponen en práctica en su más amplio sentido.
Si alguna vez me preguntan: “A tu criterio, cuál es el aspecto de la preparación que más atención debe llevar?” No dudaría en responder: “La Intensidad” Es el aspecto cualitativo de la carga, la generadora de los resultados deportivos, la que permite adaptaciones agudas y crónicas en el organismo del atleta.
A partir del momento en que el jugador ejecuta correctamente las diversas técnicas de ejercicios de preparación DEBE incrementar la intensidad de la carga y esto no es una opción...
El problema se da en el excesivo miedo o cuidado que muchos preparadores físicos tienen con la sobrecarga externa aplicada al utilizar ejercicios básicos de fuerza y potencia; es comprensible, muchos jugadores de nuestro medio sufren o han sufrido lesiones de diferente índole por lo que tienen la recomendación médica o kinésica de no realizar tal o cual ejercicio o no realizarlo de determinada manera (ejemplo, la Sentadilla profunda)

Mi punto de vista siempre va a estar del lado del jugador, por eso trato de respetarlo en sus percepciones y por sobre todas las cosas “leer” lo que su cuerpo dice en cada movimiento o gesto deportivo...
El problema radica en que si tu función dentro del equipo es la de saltar y correr a gran intensidad, DEBES hacer lo mismo en tu preparación... estoy un poco cansado de recibir las recomendaciones de los profesionales de la salud respecto de un jugador... “Pepita” que no corra, que no salte, que no cargue, que no respire... etc... y pienso: Entonces que NO JUEGUE!!! ya que los entrenamientos y el partido en si mismo requieren estas acciones a una alltísima intensidad bajo circunstancias de presión psicofísica de gran magnitud.

Un ejemplo claro se da en la ejecución de los ejercicios derivados del levantamiento de pesas (cargadas, arranques, etc.), luego de muchos años de experiencia en el deporte y gracias a los cientos de jugadores que he podido entrenar me atrevo a “sugerir” que lo que siempre debe primar en un entrenamiento de sobrecarga es la Calidad y Control motor antes que el peso (a este aspecto lo denominamos Parámetro de eficiencia Biomecánica - PEB)

El PF tiene pensado incrementar la intensidad de la carga en Fuerza y se propuso llegar al 90% del RM (Rep max) escribe en la pizarra el plan de trabajo y cada jugador comienza su entrada en calor específica desde la barra sin carga subiendo progresivamente las cargas hasta llegar a su 90% teórico, en el camino el PF DEBE observar las ejecuciones de cada uno y valorar las mismas en base al PEB, en el caso que observe problemas de ejecución aún en intensidades bajas deberá marcarlas e intentar primero corregirlas, en el caso que el/los problemas técnicos persistan se deberá suspender o bajar la carga planteada en pos de la calidad técnica... “Nunca olvidemos que nuestro cerebro se encuentra en constante proceso plástico creando rutas neurales para resolver problemas motores diversos, los gestos malos (o errores) se grabarán tanto o más rápidamente que los buenos, y esto lo multiplicaremos por cientos de repeticiones lo que terminará por afianzar o “mal entrenar” a nuestro organismo; sin lugar a dudas en el mediano y largo plazo este será una de las principales causas de la aparición de lesiones deportivas.

Mi postura como profesional es que si el organismo del atleta no es sometido a cargas intensas (extra deporte específico) no generará la suficiente adaptación anatómica funcional para prevenir lesiones por “sobre uso” recordemos que el jugador profesional es un experto en economizar esfuerzos y utilizará la menor cantidad de energía mecánica para realizar sus acciones de juego por lo que los componentes estructurales (ligamentos, tendones, fascias) se irán adaptando específicamente hasta un punto en que ya no lo harán más, comenzando a debilitarse y dejando expuesto el organismo del jugador a los embates de las fuerzas gravitatorias...
Al respecto, otro punto de gran interés debe ser la evaluación postural estática y dinámica por parte del equipo Kinesico y del PF, tanto en la cancha como en el gym se deberán detectar a la brevedad las compensaciones y acortamientos musculares y nuevamente ACTUAR en consecuencia con un adecuado plan individualizado de ejercicios para cada jugador que obliguen a su cuerpo a reestructurar su esquema corporal y mejorar su propiocepción habilitando funciones musculares “apagadas” hasta el momento.
Podemos tener el mejor opuesto de la liga, el más eficiente en su puesto, los mejores números del campeonato, pero no detectamos a tiempo un “genuvalgo” (ángulo “Q”) pronunciado tanto en la partida como en el aterrizaje del salto de ataque y bloqueo, al cabo de un tiempo (posiblemente cuando más lo necesitamos) comienza la inestabilidad de la rodilla, dolores, traumatología y RMN de por medio lesión de LCA (Ligamento cruzado anterior)

No hablemos ya del sobrepeso, un jugador con un IMC por encima del establecido para su talla y edad, sometido a un promedio de 100 - 200 saltos por entrenamiento/partido aterrizando la mayoría de las veces con una sola pierna, sin fuerza en los glúteos e isquiotibiales y por sobre todas las cosas en su Cadena Posterior Global es un candidato a lesión de tobillo, rodilla, cadera o espalda (esto dependerá del eslabón más débil de la cadena)

Esto sin contar las sobrecargas y posibles situaciones accidentales que pueden darse en un entrenamiento o partido.

LA ACCIÓN ES EL COMÚN DENOMINADOR

Uno de los aspectos más importantes en todo proceso es iniciarlo con una adecuada evaluación Médico - deportológica (Cardiológica, Bioquímica, biomecánica y funcional) con ello podremos descartar y detectar a tiempo patologías de base, déficits nutricionales, debilidades, asimetrías, acortamientos y descompensaciones musculares así como el estado actual de lesiones preexistentes.
Otro punto de vital importancia a la hora de comenzar una preparación de alto rendimiento es la Nutrición, un informe antropométrico al inicio de la pretemporada enviado al cuerpo técnico y por sobre todas las cosas al jugador, sobre la relación entre la masa muscular / tejido graso / Densidad ósea, etc.) será clave para que tomen conocimiento y generen conciencia en el deportista a cerca de la importancia de una alimentación saludable como medio fundamental en la recuperación de las cargas.

Una vez que conocemos el estado inicial de nuestro/s deportista/s comenzaremos a planificar los diferentes estímulos de carga general y específica para todo el equipo y particularmente para cada jugador.

Cuando se trata de Prevención y Rehabilitación de lesiones el papel del Preparador Físico y de todo el equipo Interdisciplinario es fundamental.
Nunca nos olvidemos que en la vida como en el alto rendimiento:
“Prevenir es mejor que curar”

Hasta la próxima

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