Sin lugar a duda, la principal característica que debe tener un entrenador son amplios conocimientos sobre su deporte. Sin embargo, además de estos conocimientos teóricos, es necesario que los entrenadores dominen una serie de aspectos prácticos que ayudan al correcto desarrollo de los entrenamientos.
Cómo hemos dicho, el entrenador de voleibol debe ser un gran conocedor de la parte teórica de este deporte. Ya sea porque tiene una compleja reglamentación o porque existe un gran componente táctico, el entrenador de voleibol debe ser un buen estudioso para poder comprender y responder correctamente a las situaciones que surgen. Por esta razón, es fundamental una formación a través de cursos, seminarios, etc., así como una actualización constante para mantenerse al día pues, de esta manera, seremos capaces de poder impartir nuestros conocimientos con nuestros equipos.
Pero unos buenos conocimientos no son lo único necesario para enfrentarse a un equipo. En primer lugar, debemos entender que todos los clubes o equipos son diferentes y que el método de trabajo debe de adaptarse a las circunstancias con las que nos encontramos. Podemos encontrarnos con jugadores de diferentes niveles o incluso culturas, con una plantilla de entrenadores amplia o reducida, con mucho o poco material, etc. Todo esto va a condicionarnos y debemos saber cómo adaptarnos para sacar el mejor rendimiento sea cual sea nuestra situación.
Además de la capacidad de adaptación, también podemos hablar de otro aspecto importante, que es el control de determinadas acciones que facilitan el desarrollo del entrenamiento. Aunque no es fundamental tener una gran condición física o dominar la técnica del voleibol para ser entrenador, esto puede ser siempre de gran ayuda.
Como decimos, esto no significa necesariamente que el entrenador deba saber jugar a voleibol. Evidentemente, sobre todo si el nivel es lo suficientemente bueno como para explicar y demostrar los gestos técnicos con calidad, es un punto a favor. Sin embargo, en caso de no saber ejecutar una acción correctamente, es mejor no recurrir a la demostración y servirse de otros recursos para poder transmitir los contenidos a los deportistas.
¿Significa eso que no es necesario saber realizar ningún gesto técnico? Aquí es donde se puede generar controversia pero bajo nuestro punto de vista una cosa es clara: se necesita un mínimo a la hora de enfrentarse a un entrenamiento, mucho más con jugadores de base o en desarrollo. Lo que sí es importante, sin embargo, es ser capaz de realizar ciertas tareas que explicaremos a continuación, con suficiente calidad.
En muchos cursos de entrenadores, como puede ser el caso de los cursos internacionales FIVB, parte de la evaluación se basa en un examen práctico en el que el entrenador debe demostrar un mínimo control en ciertas habilidades con el balón que resultan fundamentales para el entrenamiento, y de ellas vamos a hablar brevemente a continuación:
¿Cuáles son las acciones indispensables que debe controlar un entrenador?
- Lanzar balones: generalmente con dos manos y sin vueltas hacia un jugador, ya sea simulando una colocación para que los jugadores realicen un ataque, ya sea para mandar el balón de manera fácil para que realicen un gesto técnico, etc. Es necesaria eficacia y precisión para realizar un buen lanzamiento que permita conseguir la ejecución deseada por parte del deportista..
- Enviar el balón de manera controlada mediante un golpeo similar a un saque de mano baja. En este caso, de nuevo es necesario tener suficiente control para enviar el balón hacia la zona o el jugador deseado. Algunos entrenadores prefieren lanzar el balón con dos manos, aunque esto permite que el balón recorra una distancia menor que un golpeo. Sea como sea, un aspecto fundamental en esta acción es que el balón no se debe enviar con una sola mano, porque esto imprimirá una rotación al mismo que no deseamos.
- Ataques controlados: son fundamentales a la hora de realizar trabajos de defensas y bloqueos bien desde tarimas o desde el suelo. En equipos de muy alto nivel pueden existir ayudantes que se dediquen tan sólo a esta labor en el equipo (los llamados “brazos”) o máquinas de ataque, pero en situaciones normales esta es una labor para entrenadores o asistentes.
- Saques efectivos de diferentes tipos. Tener un buen control del saque, ya sea flotante o en potencia, sobre una tarima o desde el suelo, es también una necesidad para determinados trabajos de recepción que podemos realizar.
Evidentemente hoy en día la tecnología también nos puede ayudar a paliar estas necesidades. Sin embargo, la mayoría de los clubes no tienen recursos para invertir en máquinas de ataque, de saque o de lanzamientos de balones como para que se pueda obviar la parte práctica de los cursos de entrenadores.
Si llegamos a ser entrenadores de élite, seguramente no nos será necesario realizar este tipo de labores durante los entrenamientos. Sin embargo estos son una minoría, y los entrenadores asistentes o entrenadores de base siempre se verán en la necesidad de poseer cierto control de balón para realizar su trabajo correctamente.
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