ESTRATEGIAS DE ATAQUE(5). ELECCIÓN DE LA COMBINACIÓN DE ATAQUE.


 Una vez analizados los elementos claves del bloqueo al que nos vamos a enfrentar y las posibles trayectorias de nuestros jugadores centrales en su incorporación a los ataques de 1T, haremos un esfuerzo por bucear en la mente de la Colocadora para elegir la combinación de ataque que nos permita conseguir situaciones ventajosas para nuestras atacantes, en sus enfrentamientos directos con las bloqueadoras.

En primer lugar quiero dejar claro que no siempre lo más importante para las Colocadoras es empeñarse en conseguir situaciones de bloqueos individuales (1:1) y digo esto porque es muy común encontrar estudios en los que la evaluación del pase colocación se realiza en función del número de bloqueadoras que acuden a la zona de ataque, siendo los mejores valores aquellos en los que se consiguen situaciones de 1:1 o 1:1y0,5 (central que llega lanzado y no puede posicionarse y penetrar con agresividad). En el voleibol moderno, el uso de las tácticas de bloqueo de opción (prioridades) está fuertemente arraigada, en contra de los bloqueos en lectura, por ello, el hecho de que lleguen 1, 2 o 3 bloqueadores a las zonas de ataque no siempre depende de la combinación o habilidad de la Colocadora, sino que forma parte de la estrategia de bloqueo del equipo contrario. En determinadas rotaciones la Colocadora intuye que la prioridad del equipo contrario estará centrada en su mejor atacante y, no por ello, dejará de enviarle el balón, ahora bien, sí tenemos que intentar, a través del estudio del rival, elegir la mejor combinación de ataque y la técnica de colocación adecuada para generar engaños o movimientos que nos permitan alcanzar situaciones de ventaja, pese a la prioridad marcada del equipo rival.
Otro criterio importante y que hay que tener en cuenta, en el desarrollo de nuestro sistema de ataque, es que no es necesario ocupar los 9 metros de longitud del campo para tener efectividad en la relación entre la Colocadora y las bloqueadoras contrarios. Es muy frecuente encontrar entrenadores y Colocadoras que pretenden tener siempre dos de sus atacantes en las bandas de la red con la sensación de que será más difícil para el bloqueo «llegar a todo», pero, con el mismo discurso anterior, los equipos ya no pretenden acudir a todas las zonas (en alto rendimiento creo que es imposible con la velocidad de juego que hay) y, por ello, con esa «amplitud de ataque» lo único que conseguimos es facilitar las situaciones de bloqueo, acentuándose más cuando más bajo es el nivel de juego. Un ejemplo claro se produce en voley femenino cuando la Colocadora se encuentra en posiciones delanteras y la eficacia de la segunda línea de ataque es muy baja. La solución que muchos hemos encontrado (erróneamente y de los errores se aprende) es el mantener el ataque en la zona 4 con la receptora y mandar a la central a atacar el 1T en la zona 2 mediante ataques realizados con batida a una pierna (típica del voleibol femenino). Si en esta situación de juego el equipo contrario tiene prioridad en su bloqueo sobre el 4, nuestra combinación de ataque lo único que esta consiguiendo es facilitar la labor del central contrario de acudir a la zona 4 y cerrar con doble bloqueo. ¿Qué ocurriría con nuestra central acudiendo a un corto por delante neutro?. ¡Momento de reflexión!
Pero sigamos el tema fundamental de la entrada. Lo más importante en la elección de la combinación de ataque es conocer el EFECTO que pretendemos alcanzar con la misma, distinguiendo entre:
1) generar desequilibrios en la jugadora central.
2) fijar a las jugadoras de las ayudas.
3) fomentar la estrategia de bloqueo determinada. (que intuimos)
De esta forma centraremos nuestra atención en una jugadora en concreto del sistema de bloqueo contrario y el principio fundamental será el determinar con qué tipo de 1T, tanto en zona como en movimiento (diagonal o recto), la jugadora en concreto tiene que esperar lo suficiente su salida hacia la zona final de ataque como para no llegar al ataque de 2T en las mejores condiciones.
Desequilibrar al Central
Si nuestro objetivo está marcado en generar desequilibrios en la central contrario debemos localizar movimientos inconscientes del mismo hacia uno de sus lados (izquierda o derecha) cuando el 1T acude a zonas próximas a su zona inicial de bloqueo. Tengo el convencimiento de que todas las jugadoras tienen una tendencia inicial de movimiento, independiente de la prioridad que tengan marcada en el bloqueo. Para que podamos conseguir este efecto con las combinaciones de ataque, los 1T utilizados deben realizarse en zonas próximas a la posición inicial de la jugadora central, en decir, en situaciones de posiciones iniciales centradas, las «llamadas del central» deberían hacerse en el corto o gancho y, en el mayor de los casos, con desplazamientos diagonales.
Fijar la ayuda
Para esto tendremos que analizar si la posición inicial de las jugadoras en las ayudas son de compromiso real o no. Hay que tener en cuenta que con este efecto lo que buscamos es que las ayudas se comprometan con el 1T lo necesario para, o no llegar a la zona de ataque, o dificultar la llegada de las centrales para cerrar el bloqueo. Para ello, las «llamadas del central» a emplear deberán ser aquellas que acudan a las zonas de compromiso de las ayudas, almas y ataques cortos por detrás, con trayectorias generalmente neutras o contrarias a la zona final de ataque.
Facilitar la estrategia
En este caso para nuestra decisión partiremos del estudio de las diferentes estrategias de bloqueo que el equipo contrario ha seguido en su juego contra nosotros o contra rivales parecidos en el juego a nuestro equipo. Este tipo de estrategia supondrá el cargar el ataque sobre jugadoras que no son la primera opción de juego (en la supuesta prioridad del equipo contrario), pero puede ser muy interesante para generar dudas que nos posibiliten generar situaciones de ventaja con las jugadoras más determinantes en la fases decisivas del set.
Esta toma de decisiones estará determinada tanto por los estudios que hayamos hecho sobre el bloqueo contrario como las características de nuestras propias jugadoras y, como no, por el propio desarrollo del juego. En los partidos que dirigimos me gusta tener un plan de ataque que contemple varias posibilidades para la Colocadora en el que decide la combinación a realizar en función de la atacante al que le quiere otorgar la prioridad del juego. En próximas entradas colgaré ejemplos de planes de ataque diseñados por nosotros.
Por último, a modo de reflexión, comentar la tendencia que estamos observando, sobre todo en voleibol masculino, sobre la mayor incorporación de los receptores de segunda línea en los ataques de zaguero 6 (pipe). Esta mayor incorporación está condicionando enormemente el uso de las combinaciones de ataque con una reducción considerable de las «llamadas del central», reduciéndose aquellas por la espalda del Colocador. Como ejemplo pueden comprobar como el Brasil de Ricardihno utilizaba combinaciones con el central en alma con el Brasil actual de Bruno Rezende y el mayor uso de las combinaciones con el central en el corto, sin duda, por la mayor presión que ejercen éstas con la incorporación de la pipe y el incremento en la velocidad del pase en las bandas.



Espero que les haya resultado interesante el tema de la gestión del ataque desde un punto de vista táctico y el como establecer estrategias basadas en los datos registrados de los equipos a los que nos enfrentamos. Próxima entrada, lo básico y fundamental para que todo esto funcione: la TÉCNICA INDIVIDUAL DE LA COLOCADORA.

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