En esta ocasión queremos iniciar una serie de capítulos dedicados a los análisis que realizamos sobre la figura de las colocadoras, pieza clave en el rendimiento final de los equipos.
Para comenzar esta serie de capítulos nada mejor que hacerlo con la descripción que hace Arie Selinger en su libro «Power Volleyball» y que se las pongo traducida:
«El colocador es el arquitecto y constructor del ataque del equipo. Durante el juego es el encargado de decidir a qué atacante colocar convirtiéndose, probablemente, en el jugador más importante del equipo hasta el punto de que el rendimiento colectivo del equipo suele estar relacionado con la calidad individual de su colocador. Por ello debemos prestar toda nuestra atención en la selección y desarrollo de los mismos dentro del equipo, teniendo siempre en cuenta que alcanzar un alto grado de rendimiento les lleva más tiempo que al resto de jugadores. El colocador debería tener una sensibilidad natural en el contacto con el balón, además de una capacidad física extraordinaria. Debe ser mentalmente fuerte y tenaz, un feroz competidor capaz de mantenerse frío en los momentos de máxima tensión. Además debe poseer habilidades de liderazgo, una personalidad carismática y una actitud positiva hacia el resto del equipo. Debe inspirar cohesión, confianza y cooperación en el equipo y debería estar dispuesto a asumir responsabilidades por bajos rendimientos de ataque. El colocador y el entrenador deben tener una buena comunicación y un buen entendimiento entre ambos ya que durante los partido, mientras el entrenador está sentado en el banquillo el colocador es el director del equipo«
Aunque han pasado años de esta descripción creo que ilustra bastante bien la importancia de estas jugadoras en el desarrollo del juego del equipo y, consecuentemente, en el rendimiento que los equipos alcancen en cada una de las competiciones en las que participen. Es más, me atrevería a decir que con el paso del tiempo y la mayor profesionalización de los equipos en el Alto Rendimiento, la figura de las colocadoras se ha ido haciendo cada vez más importante pese a tratarse de jugadoras cuya aportación no se traduce en puntos para el equipo.
Si analizamos nuestro deporte desde sus peculiaridades reglamentarias comprobamos cómo el equipo dispone de 3 contactos para pasar el balón al campo contrario, siempre teniendo en cuenta que el contacto en el bloqueo no afecta como toque de equipo. Estos tres contactos permitidos por el reglamento tienen un matiz muy diferente entre ellos y, durante la secuencia de los mismos se produce la transición defensa-ataque de nuestro deporte, siendo esta secuencia temporal tal y como se explica a continuación:
- Primer contacto o Fase Defensiva cuyo principal objetivo será el de neutralizar el balón proveniente del campo contrario, ya sea desde un saque, un ataque, un bloqueo o un free ball, para evitar el punto del equipo rival.
- Segundo contacto o Fase de Transición desde una situación defensiva a una ofensiva cuyo principal objetivo será el de situar el balón en las mejores condiciones para alcanzar el máximo rendimiento con el tercer contacto.
- Tercer contacto o Fase Ofensiva cuyo principal objetivo será el conseguir puntuar.
La colocadora, siempre que reglamentariamente pueda, es la encargada de ejecutar el segundo contacto mediante una colocación (siempre que pueda mediante un «toque de dedos» por su mayor precisión) para situar el balón en una zona concreta del campo (y de la red) que permita a la atacante disponer de las mayores opciones para conseguir puntuar mediante su golpeo (tercer contacto).
Pues bien, a la hora de entrenar (o analizar) a mis colocadoras (o colocadores rivales) me gusta hacerlo en función de esta secuencia temporal del juego analizando la Fase de Transición en función de las diferentes Fases Defensivas del equipo. En base a esto y según mi criterio, diferencio 4 fases defensivas en función del tipo de balón a neutralizar por mis jugadoras quedando definidas por:
- K1 ó Complejo 1: Fase Defensiva 1 en la que nuestro equipo se dispone para neutralizar un Saque.
- K2 ó Complejo 2: Fase Defensiva 2 en la que nuestro equipo se dispone para neutralizar un Ataque.
- K3 ó Complejo 3: Fase Defensiva 3 en la que nuestro equipo se dispone para neutralizar un Bloqueo.
- K4 ó Complejo 4: Fase Defensiva 4 en la que nuestro equipo se dispone para neutralizar un FreeBall.
Estas fases han sido explicadas en el blog en las siguientes entradas:
- Complejos de juego K1 y K2
- Complejos de juego K3 y K4
De esta forma, como primer filtro de análisis (primer nivel de concreción) investigo las decisiones que toma la colocadora en cada una de estas fases, ahora bien, ¿Qué más filtros podemos realizar en función de la colocadora?, ¿será determinante la posición que ocupe dentro del orden de rotación del equipo?, ¿serán iguales las colocaciones en todas las partes del campo?, …
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