PASES DE VOLEIBOL:TÉCNICAS Y SISTEMAS...

 Los entrenadores deben evitar copiar ciegamente las técnicas y tácticas de otros equipos o entrenadores. El enfoque para enseñar habilidades e implementar sistemas debe basarse en varios factores, como el nivel de juego y el tipo de equipo. El juego masculino a nivel internacional, con su rápido servicio y ataque, requiere técnicas y tácticas únicas. Si bien un entrenador puede probar nuevas ideas, no es aconsejable simplemente copiar los métodos de otros.

No es raro que los entrenadores de clubes de todos los niveles expresen su frustración por las malas habilidades de servicio y recepción de sus jugadoras. Durante los Campeonatos Mundiales FIVB de hace unos años, llevamos a cabo un análisis del punto de contacto relativo al cuerpo de la pasadora y la calidad del pase resultante para cada equipo y cada pasadora, con un total de más de 4000 recepciones. Los resultados son los siguientes:

Como lo demuestra nuestra investigación, los pases más exitosos tuvieron lugar cuando la pelota hizo contacto en el centro del cuerpo o cerca de las caderas. Sin embargo, la precisión disminuyó significativamente cuando la pelota fue atrapada en los hombros o debajo de las rodillas.

Es importante tener en cuenta que pasar no es una habilidad absoluta y que los puntos de contacto ideales no siempre serán posibles. Por ejemplo, cuando se enfrenta a un servicio de alta velocidad, es posible que la pasadora no tenga suficiente tiempo para hacer contacto en el lugar preferido. Por eso es esencial que las jugadoras se sientan cómodas pasando en una variedad de escenarios, como la línea media, fuera del cuerpo, pelotas altas o bajas, etc. Estos escenarios se pueden practicar durante las repeticiones de técnicas controladas en la práctica y progresar gradualmente hasta recibir servicios en vivo. Además, los entrenadores deben considerar incorporar señales visuales para ayudar a sus pasadoras a desempeñarse de manera más efectiva.

Vea mi publicación reciente en el blog sobre señales visuales.

Como aspecto clave del servicio-recepción, el patrón de recepción utilizado puede marcar una gran diferencia. Si los servicios cortos o profundos están causando la mayoría de los problemas, ¿podría ayudar ajustar el patrón de recepción? Por lo general, los equipos alinean a tres pasadoras en el centro de la cancha, pero este patrón de 3 personas los deja vulnerables a los tipos de servicios más difíciles.

Los entrenadores de clubes deberían considerar experimentar con cuatro o cinco pasadoras. Algunos pueden dudar debido a la falta de pasadoras de calidad, pero distribuir las responsabilidades de cobertura de la cancha y dar a más jugadoras tareas de pase podría conducir a una mejora en el número de pases. ¡La urgencia puede ser un poderoso motivador!

Ahora examinemos el patrón de recepción W.

La foto de arriba ilustra cómo a cada jugadora, excepto a la colocadora, se le asignan tareas de recepción. Todo el patrón se puede ajustar hacia adelante o hacia atrás según sea necesario. Las pasadoras de la primera fila manejarán el servicio corto y se moverán hacia los lados si es necesario, lo que permitirá a las pasadoras de la última fila posicionarse un poco más profundo. Esto permite que las pasadoras de la última fila manejen mejor el servicio corto y acercarse a la línea de fondo facilita el manejo del servicio profundo. Las ventajas del patrón W incluyen hacer que la cobertura de cancha individual sea menos desafiante y abordar las dificultades de pases cortos/profundos del patrón de 3 personas. Sin embargo, la debilidad del patrón es que todos las pasadoras, ya sean fuertes o débiles, se convierten en objetivos para un equipo de servicio hábil.

Los entrenadores también pueden modificar el patrón haciéndolo más compacto o cambiándolo para dar a sus mejores pasadoras más cobertura de la cancha. Vea abajo:



Puede ver en las imágenes de arriba cómo las pasadoras del frente izquierdo o del frente derecho se han hundido más para asumir una mayor responsabilidad de pase.

El otro patrón que vale la pena explorar es el patrón en U.


Los beneficios de la formación en U radican en la ausencia de responsabilidades de pase para la atacante rápida, lo que les permite concentrarse únicamente en atacar. Las pasadoras de la primera fila también manejarán los servicios cortos, aliviando la carga de las pasadoras profundos. La desventaja de esta formación es la mayor cobertura de la cancha para cada jugadora individual. Al igual que la formación W, toda la formación o las pasadoras específicas pueden ajustar su profundidad según lo exija la situación.

La velocidad del servicio con salto en el juego masculino hace que tanto la formación en W como la formación en U sean un desafío. Sin embargo, para el voleibol femenino, especialmente en los niveles más jóvenes, estas formaciones son una opción viable para los entrenadores. Otro aspecto a considerar es que estas formaciones permiten que más jugadoras ganen experiencia en el servicio y la recepción. El juego femenino necesita pasadoras más habilidosas que también puedan atacar con eficacia, y cualquiera de las dos formaciones puede ayudar a lograrlo. Independientemente de la formación, es importante asignar claramente las responsabilidades de los pases cortos, profundos y laterales y practicarlos regularmente. Los entrenadores deben experimentar con diferentes formaciones para maximizar las fortalezas de pase de su equipo y minimizar sus debilidades.

Comentarios