PONIENDO RITMO A TU OFENSIVA...

 

Incorporar ritmo a cada habilidad aumenta la posibilidad de una “repetibilidad” positiva. De igual modo, incorporar ritmo a tu sistema ofensivo es esencial para una ejecución consistente.

En el voleibol, la colocadora desempeña un papel fundamental a la hora de establecer un ritmo constante para la ejecución de la habilidad. Una buena colocadora tendrá un ritmo en el movimiento de colocación, a menudo utilizando una secuencia de pie izquierdo/derecho para iniciar la acción. Este ritmo, en particular la secuencia constante de pie izquierdo-derecho, es vital. Transfiere el peso corporal a la colocación, fomentando un ritmo constante para la habilidad y promoviendo su ejecución repetible. También verás que una colocadora incorpora un ritmo similar al colocar la pelota con salto. El video a continuación demuestra cómo Lauren Carlini incorpora el ritmo a una colocación con salto.

La integración del ritmo es un componente esencial de las habilidades adicionales. Los bloqueadores centrales utilizan un paso dividido para prepararse para el movimiento lateral al bloquear, y los defensores de la zona de defensa utilizan un paso de carga para mover los pies al jugar a la defensiva.

De manera similar, al desarrollar su sistema ofensivo, desea que las atacantes y las colocadoras incorporen un ritmo constante al ataque. Una buena ofensiva posee un ritmo. Al igual que con las habilidades individuales, cuanto más ritmo, más repetible, lo que equivale a una mejor ejecución.

Establecer un ritmo en el sistema ofensivo es un proceso que requiere mucho trabajo. Requiere que la armadora sea muy consciente de cómo establecer el ritmo del ataque. Todo el tiempo se basa en que la armadora toque la pelota, y la atacante debe establecer una posición corporal y en la cancha consistentes en su ataque mientras la armadora suelta la pelota. Este proceso puede variar según la trayectoria deseada de la colocación, pero la dedicación a este proceso que requiere mucho trabajo finalmente conduce a un ritmo ofensivo exitoso.

Supongamos que una atacante realiza una aproximación de cuatro pasos en una secuencia derecha-izquierda-derecha-izquierda. El juego de pies también puede identificarse como el primer, segundo, tercer y cuarto paso. Por ejemplo, cuando está en el segundo paso, la atacante está sobre el pie izquierdo de su aproximación.

En la foto de abajo, verás a las atacantes exteriores de Brasil sobre su pie izquierdo (el segundo paso de un enfoque de cuatro pasos) mientras la colocadora toca la pelota. También verás a la atacante central levantarse del suelo mientras la colocadora toca la pelota. Por último, verás a la atacante de tercera línea desde el mediocampo en el segundo paso. La consistencia de la sincronización del tiempo (pie izquierdo en el suelo para la atacante exterior) permite a la colocadora saber con precisión el ritmo necesario para un ataque de calidad. Cuando miras a un buen equipo como Brasil, verás el mismo ritmo de los atacantes en todos los escenarios (desde la recepción del servicio, la transición, un buen pase, un pase no tan bueno, etc.). La disciplina para estar siempre sincronizado con la pelota y la colocadora requiere mucho trabajo y repetición.

Yo comparo el ritmo del juego de pies de ataque en el voleibol con la relación entre el receptor y el mariscal de campo en el fútbol americano cuando ejecutan un pase hacia adelante. El receptor es responsable de utilizar un juego de pies y un ritmo específicos para ponerse en posición de atrapar el pase. El mariscal de campo lanza el balón a una velocidad y trayectoria que lleva al receptor al área de recepción. El balón suele lanzarse antes de que el receptor lo busque.

Si la atacante está en el paso correcto cuando la armadora toca la pelota, esta conoce la velocidad y la trayectoria exactas de la colocación. Si la atacante se adelanta o se retrasa con el juego de pies, se produce una falla en la ejecución. De manera similar, si el juego de pies de la atacante es correcto pero la armadora no realiza una colocación precisa, la ejecución se verá afectada. Una colocación a un ritmo más lento será más indulgente en este sentido, pero permitirá que la defensa esté más organizada.

Esta temporada, nuestro equipo está incorporando un ritmo más rápido para la atacante exterior. En esta foto, se puede ver la diferencia de ritmo y la trayectoria del ritmo entre el ritmo de nuestro equipo y el de los otros. Quiero enfatizar que un ritmo no es superior al otro. Un ritmo más rápido puede desafiar el bloqueo, pero exige una colocación y un pase precisos. Un ritmo más lento facilita un ataque de calidad a partir de un pase poco preciso; sin embargo, le permite al bloqueo más tiempo para formarse.

Algunas conclusiones para el entrenador:

  • Incorpore el ritmo en todas las habilidades, utilice los brazos extendidos y sueltos al pasar, trabaje los pies izquierdo y derecho al colocar la pelota y coordine la parte superior e inferior del cuerpo al saltar. En general, una postura relajada y pies activos e inteligentes fomentan los movimientos rítmicos.
  • Diseña el ritmo de tu ofensiva para aprovechar las habilidades de tus atacantes y desafiar a la defensa.
  • El contacto de la pelota con la mano de la colocadora es la base para calcular el tiempo de aproximación de la atacante. Todo el tiempo se basa en el contacto entre la pelota y la colocadora.
  • Tenga una medida objetiva para el tiempo de su sistema (por ejemplo, la atacante en el segundo paso cuando la colocadora toca la pelota o la atacante en su primer paso).
  • La colocadora y la atacante deben trabajar intensamente para coordinar el ritmo de la aproximación y la trayectoria y velocidad del lanzamiento.
  • Mantenga la colocación al mismo ritmo independientemente de la ubicación de la colocadora. Por ejemplo, si la colocadora avanza por la red hacia la zona 4, la atacante mantendrá una aproximación de segundo paso, bajando la colocación. Si la colocadora retrocede a la zona 2, la atacante mantendrá una aproximación de segundo paso y la colocadora mantendrá la trayectoria. Es más fácil para la atacante adaptarse a una colocación que cae hacia adentro al mismo ritmo que a una colocación más alta.
  • Si bien una colocadora que realiza ejercicios repetitivos contra un objetivo tiene un valor definido, pasar tiempo con las atacantes probablemente sea más beneficioso si su sistema requiere velocidad, sincronización y precisión.

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