Una vez
analizados los elementos que conforman tanto la estrategia de bloqueo diseñada
por el equipo contrario (táctica colectiva) como las tendencias en la actuación
de cada uno de sus bloqueadoras (táctica individual) con el fin de
contrarrestar las diferentes salidas de ataque, fijaremos la atención en
nuestra Colocadora y, más concretamente para este capítulo, en las diferentes
opciones de codificación del ataque, preludio en la organización de las
Combinaciones de Ataque.
Éstas no son otra cosa que las
relaciones de temporalidad entre Tiempos de Ataque, tema al que podríamos
dedicar un capítulo completo, pero aquí hablaremos de la división que se
establece entre 1T o ataques rápidos con los Centrales y Segundos Tiempos (2T)
o ataques rápidos con los Receptores y Opuesto. En esta división también
existen los Terceros Tiempos (3T), pero por su condición de ataque altos quedan
excluidos de este capítulo.
Como resumen adelantaremos que, para que
las combinaciones existan y puedan desarrollarse deben reunir los siguientes
requisitos:
1) Disponer de todas
las opciones de ataque. A través de una buena recepción o una buena defensa que
sitúe el balón en una zona concreta del campo y de la red que permita a la
Colocadora distribuir el ataque desde la “zona óptima de colocación” con
Primeros y Segundos Tiempos (1T y 2T).
2) Que todas las
jugadoras con posibilidad de atacar se hayan incorporado a sus zonas de ataque
sin ningún contratiempo.
3) Que la
incorporación del 1T sea de una forma anticipada y amenazante, a través de las
jugadoras Centrales con el criterio de que, en el momento del contacto de la
Colocadora con el balón, se encuentren en su zona de ataque, habilitadas para
atacar y/o en el aire, o despegando los pies del suelo. En cuanto a la amenaza
es fundamental que presente un riesgo de ataque para el equipo contrario por la
eficacia mostrada en anteriores competiciones o por el uso que se le da durante
el propio partido.
Otro elemento fundamental, y base de
este capítulo, a la hora de poner en práctica los sistemas de ataque es el
desarrollar un protocolo que nos permita identificar con rapidez cada zona de
ataque y, de esta forma, ponerle “nombre y apellidos” al mismo. Los sistemas
más utilizados y con más tradición son o el Sistema Digital Americano (SDA) y
el Sistema Digital Combinado (SDC). Ambos dividen la red en 9 zonas de 1 metro
cada una y, en el primero se numeran de 1 a 9 de izquierda a derecha, mientras
que en el segundo se establece la zona óptima del Colocador como la zona 6 del
SDA y nombran con número de 1 a 5 las zonas que hay por delante y como A, B y C
a las zonas de detrás, tal y como pueden ver en las fotos.
Foto 1. Sistema Digital Americano (SDA)
Foto 2. Sistema Digital Combinado (SDC)
A su vez, ambos sistemas identifican los
3 tiempos de ataque como alturas.
Selinger y Ackerman (1985) en su libro
“Power Volleyball” (libro que recomiendo encarecidamente su lectura) plantearon
un problema en cuanto a este tipo de sistemas basándose en el hecho de que se
presenta una complicación durante la recepción o la defensa que no permita
controlar el balón y mandarlo hacia la zona objetivo del pase, con el
consiguiente desplazamiento del colocador a lo largo de la red.
La cuestión es si cada rematadora debe
atacar por la zona inicialmente indicada o si debe modificar su ubicación en
función del desplazamiento de la colocadora. La primera solución se denomina
“sistema fijo”, que siempre emplea la red como sistema de referencia, independientemente
de donde esté la colocadora. La rematadora se dirige a la zona inicialmente
indicada, de modo que el número de porción permanece invariable mientras que
modificamos la distancia y dirección de la colocación. La segunda solución se
denomina “sistema flotante”, en donde la referencia se establece en la
colocadora de modo que, donde esté ubicado ella será siempre la zona 0,
independientemente de si se desplaza o no a lo largo de la red. En este sistema
se modifica la ubicación en la red mientras que permanece invariable la
distancia y dirección de la colocación.
Una vez elegido el sistema, tendremos la
localización exacta de cada uno de los ataques o, como lo utilizaremos
nosotros, el lugar exacto al que queremos que acudan nuestras atacantes de 1T y
de 2T. Esto se hace como si estuviéramos “jugando” al famoso juego de “hundir
la flota”, situando, en primer lugar, la zona de ataque y en segundo lugar el
tiempo del mismo; así, si hablamos de ataques cortos por delante diremos 51 en
SDA ó 11 en SDC, si hablamos de Ganchos: 41 o 21, Almas: 31 en ambos casos,
ataques rápidos en 4: 12 o 52, ataques rápidos en 2: 92 o C2, … y así con todas
las posibilidades.
Ahora, a elegir sistema de codificación,
SDA y SDC y si lo vamos a hacer “fijo” o “flotante”.
O a proponer nuevos sistemas de
codificación!!!!
¿Hacemos uno propio?
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